Pages

vendredi 22 septembre 2023

Artículo de revista

 

CELEBRITY

ICONO DE TODA UNA GENERACIÓN

UNA VIDA PLENA Olivia Newton-John siempre se sintió afortunada por todo lo conseguido en su vida. En la imagen, un retrato suyo de 1980.


Olivia Newton-John, icono de una generación.


RECORDADA PÚBLICAMENTE POR SU PAPEL DE SANDY EN LA MÍTICA 'GREASE' (IMPOSIBLE OLVIDARLA ENFUNDADA EN ESOS PANTALONES NEGROS), OLIVIA NEWTON-JOHN FUE MÁS QUE UNA CARA BONITA. A SU CARRERA COMO CANTANTE Y ACTRIZ HAY QUE AÑADIRLE SU TESÓN POR VISIBILIZAR EL CÁNCER DE MAMA, ENFERMEDAD QUE LE DIAGNOSTICARON EN LOS AÑOS 90 Y QUE LA ACOMPAÑARÍA HASTA SU MUERTE EN 2022.

De vez en cuando, el mundo de las artes, plagado de cantantes, actores o escritores que tuvieron una infancia pobre –no escasa, sino pobre de verdad como la de Charles Chaplin o Tina Turner–, nos sorprende con algún niño bien que deja su acomodada familia para meterse en la furgoneta y recorrer los caminos en busca de su sueño. Uno de ellos fue la hija de un instruido profesor universitario y nieta de un Premio Nobel de Física que abandonó el camino intelectual al que apuntaba para subirse a un escenario y convertirse en estrella. Olivia Newton-John, que este 26 de septiembre habría cumplido 75 años, pasó su vida pegada a un micrófono demostrando que, a veces, el sueño, simplemente, se hace realidad.

Aunque nació en Reino Unido, desde los 5 años vivió en Melbourne. Su carrera como cantante estuvo ligada durante la década de los 70 a la música country, aunque supo adaptar su estilo a los cambios de tendencia de las diferentes décadas llenando sus 25 discos de estudio y sus seis de bandas sonoras de éxitos. Y así, cincuenta años.


FENÓMENO AUSTRALIANO

De 1971 a 1978, aquella joven australiana (el país la considera suya) sacaría diez álbumes, a una media de uno cada siete meses. Es la época de Angel of the morning, Take me home, I honestly love you, Please Mr. Please y la eurovisiva Long live love con la que logró un cuarto puesto representando al Reino Unido en 1974, año que ganó ABBA con Waterloo. Después de romper la lista de éxitos con ese sencillo y de venderse miles de copias del inclasificable vestido de gasa azul que llevó en la actuación, Olivia estaba en lo más alto. Delicada, bellísima y angelical, con una capacidad de ejecución musical impecable y un chorro de voz asombrosamente potente, no dejaba de sorprender en cada álbum.


Así empezaría una larga lista de 12 nominaciones a los Grammy que se llevó en cuatro ocasiones. La primera, ese mismo año como la Mejor presentación vocal femenina de country. Y es que su popularidad en Estados Unidos era tal (en España nunca fue tan potente) que se instaló en California donde no paraba de grabar discos, dar conciertos y salir en televisión. Olivia era un fenómeno. En plena época del disco y el tecno pop, la psicodelia, el punk, el heavy metal, el reggae, el rock urbano y el sinfónico, una cantante solista reivindicaba el pop personal, una suerte de glam rock sencillo y pegadizo que plagó su carrera de temazos y melancolía.


FENÓMENO GREASE

Por eso, fue asombroso verla tan desmelenada en la comedia musical Grease. Era 1978, y aunque a sus casi 30 años interpretaba a una joven de 17, el binomio Olivia Newton-John y John Travolta fue absolutamente explosivo porque se daban cita las dos estrellas musicales del momento: la reina del country y las baladas lánguidas, y el Tony Manero de Fiebre de sábado noche. Eran jóvenes, guapos, cantaban y bailaban. En ella, daba vida a una inocente joven australiana que se encuentra en su nuevo instituto con su amor de verano, un macarra que nada tiene que ver con el tierno joven que la había enamorado. Entre bailes y canciones inolvidables se encuentran, empiezan a salir, van a un concurso de baile y rompen hasta que acaba triunfando el amor cuando Sandy se da cuenta de que para que su relación con Danny triunfe, ella debe cambiar y transformarse en otra persona. El numerazo musical y magnetismo de la emblemática pareja no nubla un hecho paradójico que hoy la cultura de la cancelación prohibiría.

El fenómeno Grease fue imparable. Con una recaudación en taquilla de casi 400 millones de dólares y más de 30 millones de copias vendidas de su banda sonora, este es el álbum de mayor éxito en la carrera de la artista que no ha dejado nunca de interpretar sus canciones, desde el Hopelessly devoted to you a You’re the one that I want. Y es que Grease es un clásico del género musical cuyo éxito ha repicado en los escenarios de todo el mundo desde entonces de manera imparable. A día de hoy, Sandy sigue siendo una de las protagonistas femeninas más queridas de la década de los 70.

Después de la película, Olivia Newton-John siguió en la cima. Todavía no había llegado ni el palo más gordo, ni el clímax más alto de su carrera (ambos llegaron con apenas un año de diferencia). El primero fue con Xanadú en el año 80, una película surrealista y absurda en la que ella da vida a una hija de Zeus de quien se enamora un pintor con quien ayuda a un viejo músico a abrir un club nocturno a lo que se suman problemas del orden cósmico y números musicales en patines. Batacazo, aunque la banda sonora y la canción Magic fue un éxito total. El segundo, su éxito, fue Physical, tema central de su octavo disco que durante diez semanas fue número uno en la lista Billboard Hot 100, récord que no superó nadie en la década, ni Michael Jackson, ni Diana Ross, ni Queen. Por su interpretación de la canción fue de nuevo nominada al Grammy y por el videoclip se llevó el galardón. Y es que, en pleno auge de los vídeos de aeróbic de Jane Fonda y Raquel Welch, Olivia se cortó el pelo, se puso calentadores y un maillot de licra y animaba a un montón de señores con sobrepeso a pasarse "a lo físico", entrenando con ellos y acabando todos con cuerpos esculturales. Hoy se ve con una mezcla de ternura y vergüenza ajena curiosa.

En 1983 volvió a intentarlo en el cine en la película Tal para cual, que protagonizó de nuevo con su buen amigo John Travolta y que fue un auténtico fracaso pese a que la banda sonora se vendió muy bien. Por otro lado, en 1985, con su decimosegundo disco, Soul Kiss, empieza el declive de la artista, ya que no lograba encontrar su lugar en medio del palpitante espectro musical de mediados de los ochenta. En ese momento, nace su única hija fruto de su matrimonio con el bailarín Matt Lattanzi a quien había conocido durante el rodaje de Xanadú y su carrera se centra en los conciertos de grandes éxitos.


FENÓMENO SOLIDARIO

Pero en 1992 cambia su vida de verdad. Olivia Newton-John fue diagnosticada de cáncer de mama tras lo que se propuso dejar su vida artística en un segundo plano y visibilizar una enfermedad de la que siempre habló con total naturalidad, algo que en los 90 no hacían muchas figuras públicas. Sus conciertos benéficos para recaudar fondos marcaron su carrera a partir de ese momento hasta el punto de que en 2012 logró abrir el Olivia Newton-John Cancer and Wellness Centre (ONJCWC) en Melbourne .....


EN 2019 SUBASTÓ LA CHAQUETA Y LOS PANTALONES DE CUERO QUE LLEVÓ EN GREASE POR 400 000 DÓLARES

QUE DONÓ AL CENTRO OLIVIA NEWTON-JOHN CONTRA EL CÁNCER




THANKS TO KAY

Aucun commentaire:

Enregistrer un commentaire